9 años de la tragedia ferroviaria más grave ocurrida en España tras la catástrofe de 1944 en Torre del Bierzo

El 23 de Julio de 2013 los vecinos del barrio compostelano de Angrois se vieron sorprendidos a las 20 horas y 41 minutos de la tarde cuando un tren de Renfe entraba a gran velocidad en la curva conocida como "A Grandeira". El Alvia 04145 descarrilaba de una forma tan violenta que varios coches salieron despedidos por el talud aproximándose a las viviendas. De 218 personas que viajaban en el tren, 80 de ellas lamentablemente perdieron la vida. 

Eran las 15:00 de la tarde, el Alvia registrado como 04145 y 04155 partía acoplado de la madrileña estación de Chamartín. El tren siniestrado pertenece a la serie 730 de Renfe Operadora, un tren fabricado por Talgo y que corresponde a la familia Talgo 250H. Es un tren que tiene la particularidad de circular por líneas tanto electrificadas como no electrificadas y tanto por ancho estándar como por ancho ibérico y que cariñosamente se le conoce como "Patito Feo" o "Patito Frankenstein". La composición está compuesta por dos cabezas tractoras, dos furgones que albergan el motor diésel y 9 remolques, de los cuales 6 son de clase Turista, 2 de clase Preferente y un coche cafetería. Estos convoyes nacen a partir de la modificación de la serie 130 de Renfe a los cuales se les ha retirado los remolques extremos para poder acoplar el furgón.

Tras 4 horas y 55 minutos de viaje, el tren llega a la estación de Ourense y las dos composiciones se separan y hay cambio de maquinista. A partir de ese momento, comienza la cuenta atrás para la catástrofe. El tren parte de dicha estación a las 20 horas con el veterano y experimentado maquinista F.J.G a los mandos. 
Cuando el tren se encontraba a 6 km del punto negro circulando a casi 200 kilómetros por hora, el maquinista recibió la llamada del interventor la cual duró 100 segundos y que en este instante ya había recorrido más de 5,5 kilómetros habiendo rebasado la señal avanzada E'7 de la bifurcación de A Grandeira la cual no se percató y el tren siguió circulando a 195 km/h.

40 minutos y 56 segundos después de haber abandonado la estación de Ourense, y el maquinista accionó el freno de emergencia, entrando en la curva, limitada a 80. A 191 km/h y provocando el descarrilamiento del tren. 
Debido al peso y la fuerza centrífuga, el primer furgón fue el primero en salirse de la vía y que al ser un tren con rodales guiados, provocó el vuelco de los coches posteriores y algunos de ellos saliendo disparados a la parte alta de la vía.

Tras esto, los vecinos comenzaron las labores de rescate hasta que llegaron los servicios de emergencia. La imagen era terrible, caótica y desoladora, 80 personas habían perdido la vida y 147 resultaron heridas, incluyendo el propio maquinista. Este accidente quedó catalogado como el más grave de la historia tras el accidente en Torre del Bierzo, en el año 1944.

En el lugar del accidente, el sistema utilizado era el de Anuncio de Señales y Frenado Automático (ASFA). La línea estaba equipada con el sistema de control ferroviario europeo, pero solamente disponible para unos trenes.

Las causas fueron un error humano y una falta de sistemas de seguridad en los trenes que les permitiese cambiar de ETCS a ASFA.

En 2018, se cerró la investigación con el maquinista y el director de Seguridad en la Circulación de Adif como únicos imputados. En Julio 2021, la Audiencia Provincial de A Coruña cierra el caso y prepara un macrojuicio que se hará a mediados de 2022.


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